En medio de la más fenomenal y al tiempo ridícula crisis de su historia-que llevó a la declaración de «emergencia hídrica» en toda la ciudad-este jueves por la noche se llevará a cabo la Asamblea General Ordinaria que deberá renovar un tercio del Consejo de Administración y la Sindicatura de la CELO (Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá). Todo se reduce a una puja interna entre distintos sectores de la Renovación.
Ganada por el manejo político, la CELO se convirtió hace años en un botín apetecible para quienes intentan escalar en la estructura de Poder en Oberá. El meteórico ascenso del arquitecto Ewaldo Rindfleisch-que pasó de concejal a presidente de la cooperativa y de ahí a pegar al salto a la intendencia hace nueve años-es una prueba elocuente de ello. A partir de su utilización fáctica como «caja» política, la CELO dejó de lado sus prioridades como prestadora de los servicios esenciales. Campañas electorales, otorgamiento de puestos políticos, proyectos «turísticos» (como el aún inconcluso «parque termal» que se llevó millones de pesos) , un canal de televisión, telefonía celular y otros ítems se llevaron en inversión el dinero que se desinvirtió en agua y luz.
A favor de la falta de planificación, paulatinamente, la CELO comenzó a tener inconvenientes para enfrentar la creciente demanda de servicios básicos en un pueblo que se recibió definitivamente de ciudad. Los cortes de agua y de energía eléctrica, el deterioro de las redes y tendidos que no encontraron los necesarios reemplazos, los balances negativos, el funcionamiento cada vez más hermético y la entronización del cuadro militante por sobre el profesional, derivaron en la situación actual: bastó una sequía importante en la zona para que en la bendecida geografía atravesada por la tercera reserva mundial de agua dulce (el acuífero Guaraní) el Concejo Deliberante tuviera que declarar la «emergencia hídrica». En materia de agua potable, la demanda golea a la oferta.
La falta de compromiso de los socios-expresada de manera contundente en los bajísimos porcentuales de asistentes a los comicios anuales-reconvirtió cada elección de delegados de distrito en una interna del Frente Renovador. Interna en la que Rindfleisch entró, salió y volvió a entrar. La cooperativa se deterioraba mientras los organismos de control, como el EPRAC, miraban para otro lado. En los albores de 2010, el alcalde obereño rompió con sus socios de la lista Celeste y Blanca, a cargo de la conducción de la CELO desde hace alrededor de dos décadas y la interna se hizo más explícita. La llegada del prepotente calor del último verano mostró como nunca que de las canillas salía más política que agua.
En diciembre de 2011, un poco más de cuatro mil de los más de veinte mil socios (un 18 % del padrón) acudieron a votar en la Asamblea Electoral de Distrito. Rindfleisch, reelecto como amo y señor de Oberá cinco meses antes, barrió con votos a sus adversarios también en la cooperativa, imponiéndose su lista Verde en once de los diecisite distritos donde se votó (2320 votos y 121 delegados contra 1712 y 53 delegados de la Celeste y Blanca y sus dos colectoras). A partir de allí los derrotados se dedicaron a resistir en sus cargos, incluyendo un dilatante pedido de impuganación parcial de las elecciones, cosa que el Ministerio de Acción Cooperativa a cargo de Fabiola Bianco desestimó. Lo que no resistió fue la red de agua potable con la consecuente declaración de emergencia hídrica. De modo tal que lo que debió suceder en diciembre sucederá recién ésta noche: la Asamblea General Ordinaria mostrará si la victoria electoral del sector que orienta el intendente se traduce en cargos.
Se presentarán dos listas para ocupar los puestos de Presidente, tres consejeros titulares e ídem cantidad de suplentes (un tercio del total del Consejo de Administración, máximo órgano de conducción) y un síndico titular y uno suplente. Teóricamente, la función del síndico es representar al socio ante el Consejo.
-Lista 2: es el sector que en diciembre se presentó a comicio como Lista Verde y triunfó en ellos de la mano del aparato electoral del intendente Rindfleisch. Es la conjunción de una alianza política entre Rindfleisch y el ex intendente obereño y ex vicepresidente de la empresa EMSA, Miguel Oliveras.
Los candidatos a Consejeros titulares son Federico Weyreuter, Alejandro de Paula e Ilona Arredondo. Para Consejeros suplentes van Jaime Brítez, Alejandro Dimitrivicz y Rosendo Olviera.
Guillermo Monje se postula como candidato a síndico titular y Jorge Swiresezez como candidato a Síndico suplente.
Vale mencionar que Weyreuter integra actualmente el Consejo al que accedió por la lista Celeste y Blanca y a la que ahora abandonó. Se especula que, de imponerse en la Asamblea de ésta noche, ésta lista propondrá como presidente de la cooperativa a Carlos Míguez, quién también es actual consejero y protagonizó un reacomodamiento político en la misma dirección que Weyreuter.
-Lista Unión Cooperativa: de reciente e imprevista aparición en escena, es capitaneada por el actual intendente del municipio de Guaraní, Daniel García , que aspira a presidir la CELO. Hombre fuerte de la mutual local, García consiguió imponerse con su propia lista en su distrito en diciembre. Lo acompañan en su candidatura a Consejero Titular, el ex concejal obereño por el peronismo Víctor «Cacho» Nilsson y Alberto Alonso.
Como Consejeros suplentes van Felicia Lezcano, Claudia Goncálvez y Enrique Krause.
Para Síndico titular se postula Gertulio Viana y para Síndico suplente lo hace Walter Iurinic.
La Asamblea General Ordinaria deberá tratar el balance de gestión del último período, un documento que parece apócrifo, con el agravante de que los últimos cinco balances de la CELO han dado pérdida. Con la excusa poco presentable de que no hay espacio físico para albergarlos, el desarrollo de la Asamblea estará vedada al periodismo, una vez más.
Los 174 delegados electos en diciembre-se verá cuántos asisten-«renovarán» (literal y políticamente) la conducción de la CELO. El actual presidente, Orlando Pellegrini, ya anunció públicamente que se va del cargo. Carlos Míguez o Daniel García aspiran a sucederlo.De allí en más, quienes conduzcan deberán muñequear la dificilísima situación financiera con atraso de tarifas incluída. Deberán armonizar la convivencia de muchos que tal vez cobran poco y pocos que tal vez cobran mucho. Y conseguir financiamiento para emprender una megaobra que traiga en el mediano plazo, nunca en el corto, el agua que debió abastecer a la red hace años.
Fueron muchos años evadiendo la realidad.
Ya no pueden.
Los 174 delegados electos en diciembre-se verá cuántos asisten-«renovarán» (literal y políticamente) la conducción de la CELO. El actual presidente, Orlando Pellegrini, ya anunció públicamente que se va del cargo. Carlos Míguez o Daniel García aspiran a sucederlo.De allí en más, quienes conduzcan deberán muñequear la dificilísima situación financiera con atraso de tarifas incluída. Deberán armonizar la convivencia de muchos que tal vez cobran poco y pocos que tal vez cobran mucho. Y conseguir financiamiento para emprender una megaobra que traiga en el mediano plazo, nunca en el corto, el agua que debió abastecer a la red hace años.
Fueron muchos años evadiendo la realidad.
Ya no pueden.
OberaOnline 
Meter presos a todos estos delincuentes es lo menos que puede pasar, da perdida y no hay responsables!!!!!!